Y la mejor respuesta es… un chiste.
Un fotógrafo de renombre fue invitado a una cena en casa de un reconocido chef. Nada más llegar, el anfitrión acudió a darle la bienvenida y mientras le estrechaba la mano le dijo: «Tenía ganas de conocerle en persona, hace usted unas fotos fantásticas, seguro que tiene una cámara carísima». El fotógrafo se limitó a sonreír y sentarse a la mesa. La cena transcurrió con normalidad hasta que llegó la hora de despedirse. Entonces, el fotógrafo se dirigió a su anfitrión y le dijo: «Ha sido una cena maravillosa, su horno tiene que ser carísimo».
Muy buena e inteligente respuesta. Mas de una vez me ha pasado, ya se que hacer en la próxima.
Está claro; hacer una foto no es más que darle a un botón… Y editarla, al fin y al cabo, es tan sólo apretar más «botones» en un teclado de ordenador.
Así que escribir como Almudena Grandes, o diseñar edificios como Frank Gehry, o componer música al ordenador, o tocar el piano como Ray Charles tiene que ser facilisimo: tan solo se trata de apretar los botones o las teclas adecuados en la secuencia correcta. No sé dónde está el mérito ?
Qué sería de nosotros sin los botones! Jajajaja 😉