Un pintor que vuelca su autobiografía en sus cuadros y que busca entender su propio yo al tiempo que apela a la parte más oscura del espectador, un fotógrafo para el que la cámara es un instrumento con el que inventar su propia existencia y enfrentarse a sus mayores temores. Francis Bacon decía que pintaba mejor cuando estaba de resaca, Antoine D’Agata ha admitido que muchas de sus fotos se ven borrosas porque estaba borracho en el momento en que las hizo.
Bacon y D’Agata son dos artistas excesivos, sobrecogedoramente sinceros y también, no hay que olvidarlo, envidiablemente libres. Libres en su compromiso creativo, pero presos de sus particulares obsesiones.
Sus obras son una descarnada aproximación al ser humano, una inmersión sin oxígeno en sus propios universos personales. D’Agata dice sentir la necesidad de «vivir a través de gestos y acciones» y no ser «un mero espectador o consumidor de la vida», una vida a la que llegamos de forma violenta. «El mismo hecho de nacer es un acto feroz», llegó a decir el pintor escocés.
Este magnífico y original libro de la editorial The Eye contrapone, gracias a su particular diseño y disposición, 27 fotografías de Antoine D’Agata con 25 obras gráficas de Francis Bacon. El cuerpo y su distorsión es el eje vertebrador de del discurso autoral de ambos, el elemento que los libera e impulsa como creadores y el que, paradójicamente, nos atrapa a nosotros como espectadores.
Este ‘Antoine D’Agata – Francis Bacon’ es uno de los libros que más me ha impactado en los últimos meses. Podéis comprarlo tanto en Dispara, que es mi librería online favorita, como en Amazon. Pero si antes queréis echarle un vistazo, os lo muestro en el siguiente vídeo:
*NOTA: El vídeo está etiquetado para mayores de 18 años por el contenido de las fotografías de Antoine D’Agata que aparecen en él.
Buenas tardes Leire y me alegro de oir que te reconcilias con Antoine d’Agatha.
A mi, el poc trabajo que conozco de el me produce lo que describres en el titulo del alticulo, perturbación y fascinación.
Y eso es todo un merito hoy en dia.
Hace nada visualize una entrevista que le hace Joan Fontcuberta (se encuentra en Youtube) con motivo de una exposición en Ars Santa Monica y (tal vez lo recuerdo mal) una de las cosas que comentan es la habilidad de Anotine d’Agatha por reinventarse en un mundo saturado a más no poder de imagenes.
Y bueno, tal vez de eso se trata cuando eres un profesional de la imagen (Antoine d’Agatha parece ir más allá de ser un profesional solo de la fotografia): Hay que ofrecer algo diferente y atractivo a lo establecido. Y lo habrá hecho notablemente bien cuando Magnum lo tiene en plantilla, no?
En la entrevista oi que ha sido alumno de Nan Goldin. (Un referente singular, sin duda)
A ver con que nos sorprende en su proximo trabajo..
Un saludo.
P.D. Ya tardas en publicar más articulos! (Es lo que tiene ser interesante) 😉
Hola, Francesc!
Hombre, aún estoy en proceso de entender a Antoine D’Agata, eh? Quiero decir que, visualmente, me sigue resultando incómodo y muchas veces me deja como con mal cuerpo. Pero sí que me interesa muchísimo entender su obra, su concepto de autoría, su forma de expresarse a través de la cámara y sus motivaciones. Y en ello ando, pero con paciencia y a poquitos.
Esa entrevista que citas y que le hizo Fontcuberta me interesa un montón. La buscaré para verla. Muchísimas gracias!
Leire
No tengo ni idea de lo que es»arte», simplemente me gusta algo, cuadro, musica, peli, etc o no.
Me gusta D’Agata en la época que se «perdía» con las drogas y el sexo. No creo que fuera fotógrafo entonces, pero era lo que tenía en las manos cuando hacia sexo. Esa parte me fascina. El «Loco» enseñando lo que veía colocado hasta arriba, me parece fascinante. Detrás de esas imágenes seguro que hay machismo incluso mal trato……
También me gustaba mucho otro !loco» Joel Peter Witkin, su época en Mexico, si no lo conoces también deja mal cuerpo.
Feliz fin de semana a todos.
La fotografía necesita también su punto de «locura». Gracias, Josep!