Gueorgui Pinkhassov es conocido como «el maestro de la luz», y la luz es, precisamente, la protagonista de la siguiente anécdota contada por el propio fotógrafo:
Un hombre de negocios inglés me contrató una vez para hacer fotografías para su informe anual de empresa. Su negocio tenía dos secciones: campos de naranjos en el sur de África e inmobiliarias en Londres. ¿Qué era más interesante? África, por supuesto. Pero el trabajo era en Londres. Cuando llegué, el gerente de la empresa me llevó a un apartamento vacío, recién pintado de blanco y dijo: «Haga fotos». «¿De qué?», le pregunté. «De lo que quiera», me dijo, «usted es el fotógrafo». El lugar estaba absolutamente vacío. Sólo había una pequeña zona de luz bajo la puerta. Tal vacío – la ausencia de cualquier cosa material o tal vez mi propia desesperación – agudizó mis sentidos y me dio la energía necesaria para iniciar mi búsqueda. Incluso el exceso de un entorno en África – esto lo comprendí entonces – sale perdiendo en comparación con una pequeña habitación minimalista.