*Texto resumido, adaptado y traducido de un post original publicado en el blog del fotógrafo Erik Kim.
Una de las cosas que caracteriza a Trent Parke es su especial conexión, tanto emocional como personal, con sus fotografías. Esto se ve claramente en su excelente libro ‘Minutes to Midnight‘, una obra que Parke define como «casi una ficción en la que voy creando una historia a partir de fotografías documentales. Se trata, básicamente, de una declaración que afirma que el mundo se está volviendo loco».
Trent Parke (Newcastle, Australia, 1971) es miembro de la agencia Magnum desde 2007 y, entre otros premios, ha ganado el World Press Photo en los años 1999, 2000, 2001 y 2005. Ha publicado varios libros, entre los que destacan dos: ‘Dream/Life’, descatalogado y casi imposible de conseguir a no ser que se pague una suma de dinero de escándalo, y el ya citado ‘Minutes to midnight’. Parke es, principalmente, fotógrafo de calle, con un especial talento para el manejo de las luces y las sombras.
Estas son las 11 lecciones que podemos extraer del trabajo de este australiano, explicadas por él mismo:
1. Busca la luz
“Siempre persigo la luz. La luz es lo que transforma lo ordinario en algo mágico”.
2. Fotografía mucha mierda
“Fotografía un montón de mierda y así conseguirás algunas buena fotos”.
3. Refleja tus emociones en tus fotografías
“Mi madre murió cuando yo tenía 10 años y eso me cambió. Me hizo cuestionarme todo lo que había a mi alrededor. La fotografía es un descubrimiento de la vida, algo que te hace mirar las cosas como nunca las has mirado antes. Supone descubrirte a ti mismo y el lugar que ocupas en el mundo”.
“Crecí en las afueras de Newcastle y a los 21 años me mudé a Sydney, dejándolo todo atrás. Al principio, en aquella gran ciudad, me invadió un sentimiento de completa soledad. Así que hice lo que siempre hago: salir a la calle y usar mi Leica para canalizar esas emociones personales en imágenes”.
“Siempre intento reflejar mis emociones en mi trabajo. Eso es muy diferente a lo que hacen muchos fotógrafos documentales cuando intentan representar la ciudad de una manera más objetiva. Para mí es algo muy personal, se trata de lo que hay dentro de mí. No pienso en lo que la gente va a pensar. Yo fotografío para mí mismo”.
4. No te estanques en la mediocridad, da siempre el 100 %
“Existe ese momento en el que sabes que tienes algo especial, cuando utilizas tu cámara en constante movimiento o pruebas algo diferente. Piensas, sí, es una gran foto, pero ¿cómo puedo hacerla mejor? Muchas veces puede ser a través de algo que he estado intentando semanas antes, que puede que funcione en cuanto a técnica, y que de repente puede encajar en esa foto. Yo le doy otro empujón, y otro y otro, hasta que lo consigo”.
“Para mí no es suficiente con estar en la calle fotografiando gente, necesito darle un empujón a la fotografía como medio. Quiero crear nuevas e interesantes fotos más que seguir produciendo material que ya se ha visto con anterioridad. No me siento lo suficientemente inteligente para establecer cómo debe ser una imagen. Prefiero verlas a mi alrededor, atraparlas y dejar que lo inesperado juegue un papel… Y cuando funciona, la fotografía tiene una especie de cualidad épica”.
5. No te quedes quieto
“Siempre estoy conectado, despierto, dándole vueltas a las cosas. En lo que respecta a la fotografía de calle, así es como yo la afronto: me fijo en todo. Si creo que algo puede pasar, merodeo un poco. Pero la mayoría del tiempo, me muevo de una parte a otra de la ciudad, mirando y buscando material”.
“No me gusta quedarme quieto porque atraes la atención de la gente. Nunca me han echado la bronca, simplemente porque nadie me ve. Estoy ahí y me voy. Si estás mucho tiempo en un mismo sitio, acabas influyendo en lo que pasa a tu alrededor. Y yo sólo quiero capturar las cosas tal y como son, sin influir para nada en la acción”.
“Veo composiciones todo el tiempo. Mientras miro, todo se para y se convierte en imagen congelada. Como la gente cruzando la calle. Todas esas pequeñas cosas… Me resulta muy difícil desconectar. Si he estado fotografiando en la calle un par de días, luego me paso días sin poder dormir porque mi mente va todavía a mil por hora”.
“Lo que más me interesa es el mundo construido, por así decirlo: las masas de gente, la luz dramática de los edificios. Me fascina, me acelera el pulso. Pasan tantas cosas en la calle… Es imposible saber qué es lo siguiente que va a suceder”.
6. Simplifica tus escenas
“El libro ‘Dream/Life’ trata sobre encontrarme a mí mismo y mi lugar en la vida. Quería mostrar una imagen más real de Sydney, con mucha lluvia y tormentas, y la parte más oscura de la ciudad, huyendo de las típicas imágenes de postal que se ven por todo el mundo. Pero también quería conseguir imágenes poéticas. El problema era que la ciudad daba una imagen bastante desagradable en lo que se refiere a la publicidad callejera y toda la basura visual que inundaba las calles. Descubrí que podía limpiar la imagen mediante el uso de la luz dura del sol australiano para crear zonas de sombras profundas. Esa luz ardiente, muy característica de Sydney, nos muestra lo que son las calles. Así que utilicé esas grandes sombras para ocultar gran parte de la publicidad y crear escenas más oscuras y dramáticas. Quería sugerir un mundo de ensueño. La luz consigue eso, convertir algo cotidiano en algo mágico”.
7. No te centres en hacer fotografías sueltas, piensa en hacer libros
“Todo lo que hago es trabajar en el siguiente libro. Los libros guían mi trabajo. No estoy interesado en hacer fotos sueltas. Desde que comencé ‘Dream/Life’, supe que el proyecto tenía que cristalizar en un libro para poder plasmar así mis sentimientos hacia la ciudad. Hacer libros te enseña un montón sobre tu propio trabajo. En cada viaje, hago una especie de libro único sólo para comprobar hacia dónde va mi trabajo y qué se me puede estar escapando para que mi trabajo funcione como un todo”.
8. Contribuye a la discusión de temas de tipo social
“Mi trabajo se alimenta de lo que me afecta a mí en cada momento. Me veo como un australiano normal, y los temas que me afectan son temas que afectan a un montón de gente. Lo que quiero que mi trabajo muestre es cómo es vivir en Australia en la época que a mí me ha tocado”.
“El libro ‘Minutes to midnight’ es casi una ficción en la que voy creando una historia a partir de fotografías documentales. Se trata, básicamente, de una declaración que dice que el mundo se está volviendo loco”.
9. Déjate influir por el resto de las artes
“Los grupos de música y sus vídeos me han influido un montón. Hay un grupo islandés llamado Sigur-Ros, su música es muy triste y melodramática. Crean una especie de atmósfera oscura, de fantasía, y creo que es eso, precisamente, lo que trato de evocar en mis fotografías, aunque lo cierto es que no soy realmente consciente de ello cuando estoy haciendo fotos”.
10. Vive la vida con urgencia
“Mi madre murió de forma repentina, una noche, víctima de un ataque de asma. Eso fue todo. Fue lo que cambió mi vida y me hizo estar siempre desesperado por retener todo en la medida en que pudiese. No hay ninguna certeza en el mañana”.
“Salía a fotografiar todos los días, se convirtió en una droga para mí. Me gustaba el ajetreo de salir ahí fuera entre toda esa gente y sentía la necesidad de capturar esas imágenes”.
11. Blanco y negro vs Color
Aunque Parke es principalmente conocido por su trabajo en blanco y negro, últimamente se ha ido centrando más en la fotografía en color. Él lo explica así:
“Con el blanco y negro, o el color, tengo que trabajar con uno y otro y esforzarme más y más para intentar llevarlo hasta el siguiente nivel. Cuando trabajas en color, tienes que pensar en color. Piensas en grandes colores y en grandes momentos, y tratar de aunar todo eso dentro del encuadre es extremadamente difícil de hacer”.
Parke también explica cómo pasó de utilizar un 35 mm en su Leica a trabajar con un formato medio en color en una Mamiya 7:
“La fotos de ‘Minutes to midnight’ son líricas y atemporales, no hay nada en ellas que identifique a Australia en un sentido físico. Quería hacer algo que mostrara la Australia urbana, que utilizase signos y publicidad que colocaran al país en un lugar concreto en el tiempo. Quería más detalle, que la gente pudiera leer esos signos. Por eso decidí pasar de un 35 mm a un formato medio. Al mismo tiempo, empecé a mirar los álbumes familiares y encontré todas a aquellas viejas fotos en Kodachrome y me quedé alucinado con el color. Ese fue el elemento catalizador que me llevó al color”.
Me ha encantado el artículo, gran autor y grandes palabras.
Es uno de mis favoritos. Gracias por tu comentario!