Publicado en 2012, ‘Afronautas’, de Cristina de Middel provocó todo un terremoto en el mundo del fotolibro y de la fotografía en general. Abría los límites del documentalismo más clásico, aquel basado principalmente en las premisas del fotoperiodismo, a nuevas formas de contar que se atrevían, incluso, con incursiones en el terreno de la ficción y la subjetividad.
Pero el desafío de ‘Afronautas’ fue aún mayor. Junto a lo anterior, nos ponía a muchos de sus lectores en una situación un tanto incómoda; la de enfrentarnos cara a cara a nuestra forma estereotipada y reduccionista de acercarnos a aquellas realidades que nos son lejanas tanto física como emocionalmente.
Esas dos premisas, la del cuestionamiento y las exploración del medio impulsada por la propia intuición del autor, y la de la interpelación directa al público y sus actitudes, están en la base del llamado «nuevo documentalismo» del que os hablaba largo y tendido en el post sobre Gregory Halpern.
Con ‘Afronautas’, estamos ante un trabajo en el que lo importante no es el contenido de las fotos, sino su intención y el «efecto» que producen en quien las mira. Las imágenes escenificadas y construidas de De Middel nos arrancan una sonrisa, las miramos con cierto paternalismo o condescendencia, hasta que nos damos cuenta de que esa sonrisa y ese paternalismo son, en realidad, la prueba de nuestra ceguera y nuestra vulnerabilidad ante los relatos unívocos e unidireccionales basados en clichés y visiones estereotipadas.
Este libro fue la forma en la que Cristina de Middel, que venía, precisamente, del mundo del fotoperiodismo, puso sobre la mesa el debate sobre cómo contamos y nos cuentan las cosas. Puso en valor la ficción como elemento válido para narrar historias y sucesos reales, algo habitual en la literatura y el cine, por citar dos ejemplos, pero no en fotografía. Buscó provocar un debate y lo consiguió, y lo hizo, además, utilizando un arma muy poderosa y poco habitual: el humor.
Por eso es tan importante ‘Afronautas’ y por eso merece mucho la pena echarle un vistazo:
Me ha encantado la presentación y la historia reflejada en el libro, pero sin duda, para mí la foto más impactante es la que aparece en el tiempo 13:47. Se la llama «tecnología obsoleta», pero es una consola, o interface, totalmente de acuerdo con lo que se espera de los paneles de control de principios de los años 60.
Esta vez, la velleza de lo funcional, (aunque seguramente sólo es atrezzo) nos hace dejar volar la imaginación.
Gracias por traernos estas pequeñas maravillas.
Muchísimas gracias por tu comentario! Es un libro del que se pueden sacar tantos detalles… Y muchas lecturas. Por eso me gusta tanto.
Un saludo!
Conocía el proyecto de Cristina de Middel y me parece asombroso. Me recuerda al trabajo «Sputnik» de Joan Fontuberta. La reflexión, en mi opinión, es la falta de criterio de determinado tipo de fotoperiodismo y de periodismo escrito y la menor aún falta de contraste de las noticias por parte de algunos editores de prensa y del público se cree a pies juntillas cualquier publicación escrita. Creo que la reflexión que planteas es fantástica, y el trabajo de Cristina da mucho que pensar. De nuevo estamos ante una historia que nos sugiere caminos en vez de marcarnos una ruta.
Gracias por tu blog.
Hola, Francisco! Muchas gracias por tu comentario. Cristina viene precisamente del mundo del periodismo y del fotoperiodismo, por lo que conocía bien las «entrañas» y las sombras del oficio. ‘Afronautas’ nace de ahí, como una forma de revelarse a ciertas prácticas del periodismo, y también a cierta actitud de quienes lo consumimos.
Un abrazo!
Hola. sin duda el trabajo de Cristina es interesante, pero es totalmente inventado y enlaza con los de Joan Fontcuberta, especialmente con su Sputnik y la «desaparición» de Ivan (=Juan) Istochnikov (fuente= источник; aquí el fotógrafo https://www.fontcuberta.com/images/joanfontcuberta_1.jpg. y aquí la imagen original de donde salió). Como curiosidad este trabajo salió en el programa Cuarto Milenio, el equipo no se dió cuenta de que era inventado. Yo creo que su mérito no es confrontarnos a unos estereotipos africanos sino la capacidad de mostrar una realidad ficticia o, como se diría ahora, una realidad virtual que -en realidad- no es realmente real; vale, mucha repetición pero es esa capacidad de fabular/inventar aplicando las leyes del más estricto documentalismo lo que le aporta valor, una especie de «Zelig» pero en fotografía.
Hola! Muchas gracias por tu comentario. No sabía que hubieran hablado de este trabajo en Cuarto Mileno… qué curioso. Y me ha gustado lo de «realidad ficticia»… creo que De Middel también, de alguna manera, nos quiere llevar a ese terreno, a replantearnos qué es «real» y qué «ficción» y si realmente existen, en algunos casos, unas fronteras o límites tan claros como presuponemos. ‘Afronautas’ busca hacernos reflexionar, bien sea sobre estereotipos, sobre formas de representación o sobre «realidades». Y lo consigue.
Un abrazo!
Hola
He vuelto a ver mi post y me faltaba un trozo, perdón por mi torpeza. No importa mucho pero os pongo la foto de Fontcuberta y (creo yo) las originales en las que se inspiró:
https://www.fontcuberta.com/images/joanfontcuberta_1.jpg
https://mujeresconciencia.com/2016/01/04/valentina-vladimirovna-tereshkova-la-primera-viajera-espacial/
https://media.gettyimages.com/photos/valentina-tereshkova-who-became-the-first-woman-in-space-photographed-picture-id2660572?s=2048×2048
Sin duda un trabajo de primera (ya os comenté que en cuarto milenio apareció como un caso «misterioso» del que nunca se dijo nada……Un inesperado éxito para Fontcuberta, confundir realidad y ficción hasta llegar a falsanoticia. Con los siguientes proyectos ya no pasó….no, lo de Vivían Maier tampoco es verdad :-)).
Me ha fascinado la historia, real, pseudoreal o totalmente inventada, da igual. Es creación y narración pero, para mí, lo más importante es la voluntad de romper los estereotipos, un tanto arrogantes, que tenemos sobre África y sus habitantes. Son los residuos del racismo.
Hola, Elena!
Mil gracias por tu comentario. Y me alegra mucho que te haya gustado el post 🙂
Un abrazo!