En diciembre de 2018 escribí un artículo para el blog de Revela-T titulado «¿Me pasa algo malo si no me gusta ‘Los Americanos’ de Robert Frank?» En él contaba lo que me sucedió cuando, recién iniciada en esto de la fotografía, cayó en mis manos el legendario fotolibro de Robert Frank, lo mucho que me costó entenderlo y apreciarlo en toda su magnitud, y la frustración que aquello me hizo sentir.
A raíz de aquel artículo, recibí muchos comentarios de la gente. Algunos me felicitaban por contar públicamente mi experiencia, otros me comentaban qué cosas les gustaban y qué cosas no de ‘Los Americanos’, y otros, tres en concreto, se dirigieron a mí para llamarme ignorante y dedicarme algún otro calificativo mucho menos respetuoso.
Sin embargo, lo que más me ha llamado la atención en estos meses que han pasado es la cantidad de gente que me ha confesado que no acaba de entender la obra de Frank, que siente que hay cosas que se le escapan y otras que le desconciertan del libro del fotógrafo suizo.
Pues bien. Respondiendo a la pregunta que daba título a aquel primer post sobre ‘Los Americanos’, NO PASA ABSOLUTAMENTE NADA. Primero, porque el libro no es perfecto, ninguno lo es; segundo, porque es un libro abierto a muchas interpretaciones, y tercero, porque es un libro construido sobre la experiencia personal del fotógrafo, sobre sus sensaciones y con un estilo muy peculiar.
En este tiempo, he podido hablar e intercambiar impresiones con personas que han estudiado el libro en profundidad, gente que me ha explicado su propia visión sobre la edición de 83 fotos que resumió el viaje de Frank y su visión de cómo eran los Estados Unidos de la segunda mitad de la década de los 50 del siglo XX, y porque yo misma he vuelto una y otra vez al libro mirando más allá de lo evidente y aprendiendo a leer a Robert Frank.
Gracias a todo eso puedo decir hoy, sin duda alguna, que ‘Los Americanos’ es uno de mis fotolibros favoritos, y que vuelvo a hojearlo con gusto de vez en cuando. Y puedo decir también que incluso aquellas fotos que me resultaban anodinas, simples y vacías de contenido, hoy me parecen partes imprescindibles en una melodía perfectamente orquestada por el maestro Frank.
Lo resume muy bien Jack Kerouac en las últimas líneas de la introducción que escribió para el libro y que aquí me sirven como preludio al vídeo en el que explico, siempre desde una visión personal, cómo leo e interpreto ‘Los Americanos’ de Robert Frank:
A quien no le gustan estas fotitos, no le gusta la poesía, ¿o no? A quien no le gusta la poesía se va a casa y ve en la tele escenas de vaqueros, con sombreros grandes aguantados por caballos amables.
Robert Frank, suizo, discreto, amable, con esa pequeña cámara, que levanta y dispara con una mano, se tragó un triste poema desde la misma América y lo pasó a fotografía, haciéndose un sitio entre los grandes poetas trágicos del mundo.
A Robert Frank ahora le doy un mensaje: tienes ojos.
NOTA: Puedes encargar el libro ‘Los Americanos’ en tu librería habitual o comprarlo aquí, y así me ayudas a hacer frente a los gastos de mantenimiento del blog (a día de hoy, la versión en español está agotada, el link lleva a la versión en inglés).
Feliz de estar suscrita a tu blog. Un placer leerte. Saludos
Y yo feliz de que lo disfrutes. Gracias por hacérmelo saber. Un abrazo, Graciela!
Hola!Muy interesante la interpretación. Solo quisiera añadir un comentario en relación con la foto de la mujer negra sentada en medio del campo. Me recordó una pintura del siglo XX de una joven: «El mundo de Cristina» del pintor norteamericano Andrew Wyeth de 1948. Por otra parte, la cruz que se ve en esa fotografía, en la parte de atrás alude, más bien a las acciones de la secta ku klux klan. Gracias.
Hola! Es cierto, conozco la pintura (aunque desconocía el autor) y sí que hay similitud entre ambas imágenes. Y lo de la cruz que se ve al fondo, no lo sabía, yo la había relacionado con el tema de la religión, tan presente y tan determinante en un país como Estados Unidos. De hecho, el propio culto a la nación y a la bandera se vive como una religión. Muchísimas gracias por tu comentario!
Buenas noches y muchas gracias por el desglose hoja a hoja de «Los americanos».
Yo soy uno de los zoquetes que se compro el libro esperando ver la luz y ni al tercer repaso encontre una simple vela.
Si bien es cierto que con el tiempo he ido dandome cuenta que una buena fotografia no tiene que tener la nitidez de una foto de National Geographic, ni la «perfección» de las fotos de Steve McCurry, ni los encuadres perfectos de Chema Madoz, ni..
Entiendo facilmente la fotografia macro, la de paisajes, el retrato, documental..Pero parala sutilidad de Robert Frank(¿Trent Park-Minutes of Midnight-tambien es del estilo?) hay que entrenar el ojo y la mente, con calma y..Ayuda!
Asi, se agradece y mucho que me hayas abierto los ojos, aun que sea un poquito.
Un saludo y no pares con este magnifico bloq!
Hola, Francesc! Qué maravilla leer un comentario como el tuyo! Y nada de «zoquetes», creo que entender el libro de Robert Frank es una buena forma de ver cómo se va desarrollando nuestro ojo y nuestra sensibilidad fotográfica, así que… enhorabuena por ir entendiéndolo poco a poco (que es como debe ser) y seguir echándolo un ojo de vez en cuando. El ‘Minutes to Midnight’ de Trent Parke que citas, también tiene un enfoque muy personal y subjetivo, en ese sentido si puede ser parecido al libro de Robert Frank, pero es algo más esteticista. Puede que algún día hable de él en un videopost… ¡quién sabe!
Gracias por tus palabras.
Leire
Hola Leire. Muy interesante tu repaso a Los Americanos. Me ha enseñado cosas en las que yo no me había fijado en absoluto. No obstante, me da la impresión de que tu interpretación es sobre todo sociológica, política y emotiva (lo cual está muy bien, claro). Pero a veces echo un poco de menos el componente estético que yo veo también en muchas fotos. Por ejemplo, en la foto de la carretera, US 285, New Mexico, que a mí me encanta, yo veo casi las formas y las texturas de un Rothko en blanco y negro. Pero hay muchas más. Me encanta también la de la ascensorista, donde todo lo que rodea la triste mirada de la chica parece volverse abstracto, como ocurre también en muchas fotos de Leiter… y no queda más remedio que terminar citando la última frase del prólogo de Kerouac: And I say: That little ole lonely elevator girl looking up sighing in an elevator full of blurred demons, what’s her name & address?.
Un saludo!
Hola, Javier!! Sí, tienes razón, en el caso de ‘Los Americanos’ me puede mi formación como Socióloga, de ahí la importancia que, para mí, tiene el contexto socio-político a la hora de interpretarlo (y entenderlo). Hay libros en los que este aspecto es importante, en otros, en cambio, apenas te aporta nada. Para mí este libro tiene un componente político y social muy fuerte porque se trata de ver una sociedad a través de la mirada de un extranjero, y esa mirada «del otro» es la que destapa muchas cosas que, seguramente, a un «nativo» le hubiera costado ver y reflejar. Ese es uno de los (muchos) valores de ‘Los Americanos’. Y, como bien apuntas, el tema estético también es importante. Me gustan tus referencias a Rothko y Leiter, me parecen muy acertadas, y yo no había caído en ellas! Muchísimas gracias!
Hola Leire. Es justo que lo primero que deba hacer en este comentario, es felicitarte por tu excelente blog, y darte las gracias como «disfrutador» de él. Muchas gracias por tu trabajo, de verdad.
Aquí comentas uno de mis libros preferidos, y llevo días pensando, que aunque sea con un poco de demora con respecto a tu publicación, me gustaría compartir mi interpretación de una de las fotos que contiene y que como muy probablemente ya hayáis leído, era la fotografía preferida de mi muy admirado también Garry Winogrand de este libro. Se trata de la foto de la gasolinera en el desierto de Santa Fe.
Cuando yo lo leí, no lo entendí. ¿Qué era tan extraordinario en esa foto?, ¿qué podía ver GW que a mi corto entender se le escapaba? Yo ya estaba maravillado por este libro, tenía ya mis fotos «preferidas», pero esa no era una de ellas. ¿Por qué?. Esa sorpresa, esa extrañeza me hizo mirar una y otra vez la foto en cuestión.
¿Qué vemos? Una gasolinera en medio de un desierto. Un desierto con lo que ello implica, que lo cruza una de esas carreteras que vertebradora de Norteamérica como los coches, como las jukebox, como la tv.
Pero también es un oasis. De repente en medio de la nada un bosque de tréboles, un lugar «salvador» en el desierto de Santa Fe.
Para mi como europeo, es complicado que pueda hacer una lectura de este libro similar a la de un norteamericano, y menos con la visión de uno de los 60, 70 u 80 cuando GW pudiese ver este libro y esta foto, pero quizás estemos de acuerdo en ese tono «cabizbajo» que mencionas que tiene el libro y en un mero ejercicio de interpretación-ficción, creo entender que es eso lo que pudo pensar cuando la viese, que es de las pocas si no la única que escapa a ese tono, que habla de esperanza, de salvación y quizás por eso, se convirtiese en su foto preferida de este libro y desde luego, también se ha convertido en una de las mías.
Esto se ha alargado mucho, pero me apetecía compartir esto aquí con vosotros. Muchas gracias una vez más Leire, y espero seguir disfrutando de tu blog.
Salu2
Hola, Moisés! Muchísimas gracias por tomarte el tiempo de hacerme llegar tus impresiones y tu historia con la foto de la gasolinera. Me ha encantado leerla. Como dices, siendo europeos, y con los clichés que arrastramos sobre la sociedad estadounidense, no es fácil hacer una lectura del libro, pero tenemos un detalle a nuestro favor: que Robert Frank también era un extranjero que miraba con ojos foráneos ese país y, quizá por eso, nos es más fácil, a veces, comprender el «desapego» de su mirada con respecto a lo que veía. En este sentido, se me ocurre ahora que sea más difícil para nosotros comprender cómo podía ver o interpretar un estadounidense como Winogrand el libro de Frank. No lo sé. Es un libro que plantea muchos interrogantes y abierto a muchas interpretaciones, y eso es lo que también lo enriquece.
Ah, y antes de despedirme… no te disculpes por la extensión de tu comentario, al contrario! Lo agradezco! Más me extendí yo en el vídeo. Mi intención era no pasar de 40 minutos y al final estuve tooooda una hora hablando! jajajaja.
Mil gracias por tu comentario, por tus palabras sobre el blog y por seguirlo con tanta pasión. Un abrazo!
Leire
Acabo de tropezar con tu blog y te agradezco infinitamente este pedazo de reportaje sobre la obra en cuestión.
Llegué a este libro gracias al «coronavirus» y el tiempo infinito de confinamiento y por la recomendación de Jota Barros. Estoy a la espera de recibir el libro en casa para poder ojearlo en profundidad y en base a tu interpretación, sacarle el mayor provecho posible.
Gracias
Pues, oye, me alegro de ese «tropezón», jajajaja. ‘Los Americanos’ es una muy buena compañía para este confinamiento, claro que sí. Espero que el libro te llegue pronto y puedas hacer en él tus propios descubrimientos e interpretaciones. Es lo bueno de una obra tan sugerente, abierta y poética. Me alegro de que mi videopost te ayude en algo. Gracias, Lluís!
El otro día te vi y oí en una charla de la Escuela Mistos. Me pareció un magnífico repaso de la fotografía documental, muy didáctico y con una sincera aportación personal.
Me siento super identificado con tus comentarios iniciales sobre «Los americanos»; el libro lo tenía de referencia, pero digamos que «por obligación»; había algo (o mejor dicho, mucho) que me impedía que de verdad fuera una referencia (como toca) para mí.
Me ha parecido tu vídeo blog super clarificador, me has descubierto lo que no era capaz de ver. No sabes como te estoy de agradecido!
Aprovecho para decirte que el blog es también buenísimo. Gracias de nuevo
Hola, Jordi!
Qué puedo decirte… pues que me he emocionado leyendo tu mensaje. Es muy bonito saber que mi vídeo sobre ‘Los Americanos’ te ha servido para empezar a entender y a apreciar más el libro de Robert Frank. Y gracias también por asistir a la conferencia, por disfrutarla y por tus comentarios sobre el blog. Espero que lo sigas durante mucho tiempo!
Un abrazo.
Leire, una duda. Si Robert Frank hizo 20 y tantas mil instantántáneas en su periplo por EEUU y en este libro sólo se han recogido apenas 83 de ellas, ¿qué ha sido de las demás? ¿Nadie ha tenido la tentación de publicar un libro con esos descartes? ¿Se ha conocido algo de esa cara B de Les Americans?
Hola, Enrique!
Pues con algunas fotos de ese enorme resto, las hojas de contacto y más material, la editorial alemana Steidl publicó un libro llamado «Looking in Robert Frank’s The Americans», una auténtica joya que hoy en día está agotado y que se vende muy caro de segunda mano.Sé de algún privilegiado que lo compró hace años por 60 euros. Quién lo pillara ahora…
Un abrazo!