¿Cómo se fotografía a un icono? ¿A una personalidad que, en ese momento, es una leyenda viva en la historia de un país, y por extensión, de la humanidad entera? ¿A un hombre cuya lucha y cuyo legado trascienden nacionalidades, razas, culturas y lenguas? ¿A una figura a la que grandes fotógrafos han hecho ya retratos que están en la retina de millones de personas?

Es lo que debió pensar el fotógrafo y cineasta australiano Adrian Steirn cuando un anciano y ya enfermo Madiba, como era conocido Nelson Mandela en Sudáfrica, aceptó posar para él. En aquel momento, ni Steirn ni el propio Mandela podían saber que aquel curioso retrato de Madiba frente a un espejo de mano sería el último que le tomarían al famoso activista sudafricano.

 

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Foto: Adrian Steirn

 

Esta es la historia de aquella sesión, de apenas 25 minutos, contada por el propio Adrian Steirn:

Saqué esta foto en 2011, como parte de una serie de retratos que hice de personalidades sudafricanas como Desmond Tutu o Frederik de Klerk. El proyecto se llamaba ‘21 iconos’ y me lo inspiró la figura del propio Mandela, pero él no aceptó participar hasta que ya estuvo en marcha.

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Yo estaba fascinado por las personalidades sudafricanas que hoy admiramos y estimamos, y una de las cosas que más me atraía era poder fotografiar a Nelson Mandela. Pero todo el mundo me decía que no lo iba a conseguir.

 

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Copyright: Adrian Steirn

 

Recuerdo el día que recibí la llamada. Estaba conduciendo a casa desde Table Mountain en Ciudad del Cabo, después de haber llevado a los perros a correr. Mandela había visto los retratos de De Klerk y Tutu y decidió que a él también le gustaría que lo fotografiaran. Winnie Mandela, su exmujer, se puso en contacto conmigo en su nombre. Al principio, pensé que era un amigo bromeando. Fue bastante surrealista.

 

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Copyright: Adrian Steirn

 

A Mandela no le habían hecho muchas fotos en los últimos años. Comencé a documentar lo que resultarían ser el final de su vida, filmando su rutina familiar, los cumpleaños… Tuve acceso a todo eso y fue increíble.

Recuerdo verlo con su bisnieto en su fiesta de cumpleaños, un niño gordito sentado en su regazo sacando pastel de la boca de Mandela. Tenía más de 90 años y se negaba a coger el teléfono a Tony Blair y otras personalidades porque estaba completamente concentrado en el niño de cuatro años.

 

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Foto: Adrian Steirn

 

Cuando Mandela me pidió ver las fotos del resto de personajes que eran parte del proyecto, ese proyecto que él mismo había inspirado, viví uno de los momentos más intensos de mi vida. Y estaba nerviosísimo porque pensaba, qué pasa si no le gusta, porque es un trabajo inspirado en él… Pero se le iluminó la cara al verlas; fue muy amable, sonreía, miraba las fotos, nos habló de sus experiencias en la cárcel, cómo siempre pensó que nunca saldría… Nos hizo sentir muy especiales. Fue un momento increíble.

 

Nelson Mandela: Adrian Steirn's 21 Icons South Africa Series

Copyright: Adrian Steirn

 

Yo sabía exactamente cómo quería que fuera ese retrato final. Durante su vida le habían hecho miles de fotos, y muchas de ellas se las hicieron fotógrafos muy conocidos. Pero yo quería hacer algo diferente. Desde la primera vez que soñé con el proyecto allá por 2009, en la cocina de mi casa, tenía muy claro que quería usar un espejo y hacerlo de una manera muy concreta. Para mí, él es un reflejo de quiénes somos, quería mostrar toda su dignidad a través de un espejo. La metáfora que esconde la imagen es que todos tenemos que reflejarnos en su vida, en su legado, observarnos a nosotros mismos y ver qué es lo que podemos hacer para seguir avanzando.

Mandela tenía 93 años y estaba muy débil. Esperamos 10 días en su casa en Eastern Cape hasta que estuvo lo suficientemente bien como para sentarse y afrontar la sesión de fotos. No estaba muy enfermo, pero sí débil; tanto, que había que sostenerle el espejo.  

 

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Copyright: Adrian Steirn

 

Recuerdo que estaba muy nervioso. No era una imagen complicada, pero la configuración era compleja. Mandela hizo bromas con el equipo y conmigo. Podía hacer que todos en una habitación se sintieran cómodos, ese era su don. Siempre conseguía hacer sonreír a la gente, hacerte sentir como si fueras el especial, y un hombre sencillo y encantador. Pero la realidad era, por supuesto, que él era el padre de una nación, un ganador del Premio Nobel de la Paz y un revolucionario.

Hicimos la sesión en 25 minutos. Previamente nos pidió ver el trabajo, el resto de retratos, después hicimos la sesión y un poco más tarde nos llamó porque quería ver más fotos del proyecto. Mostró mucho interés.

 

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Copyright: Adrian Steirn

 

Recuerdo que cuando terminamos y nos metimos en el coche para marcharnos, todos los del equipo nos mirábamos unos a otros como diciendo ¿es esto verdad? Lo que acabamos de vivir… ¿ha pasado realmente?

Este retrato terminó siendo el último que se le hizo a Nelson Mandela. Se publicó en 60.000 periódicos de todo el mundo y casi mil millones de personas lo compartieron en redes sociales. Batió el récord de la fotografía más cara vendida en Sudáfrica y todo el dinero se destinó a obras de caridad. Además, le dio un gran impulso al proyecto de los 21 iconos.

 

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Copyright: Adrian Steirn

 

No hay otro país en el mundo donde la gente te permita entrar en su casa de la manera que él lo hizo. ¿Te imaginas tratar de hacer eso mismo en Estados Unidos o Reino Unido? Pero Mandela era un hombre modesto, dijo que él iba sobre los hombros de gigantes (es decir, que había aprendido de los grandes hombres que vivieron antes que él)*. «Juntos», decía, «somos mejores».

Yo nací en Australia y lo que pasa con el primer mundo es que no tenemos esa conciencia de gran comunidad. Pero tras vivir 12 años en África, la palabra más significativa que he aprendido es precisamente esa, «comunidad». Sin comunidad, no tenemos nada. Puedes identificarte con un hashtag, pero eso no es una comunidad real. Una comunidad real se une y crea valor, crea simbiosis, resuelve disputas. Mandela no tenía cuenta de Instagram o Facebook y fue capaz de cambiar el mundo.

Este es el vídeo que resume cómo se hizo la sesión de fotos a Nelson Mandela:

 

NOTAS:

*La explicación es mía

**La palabras de Adrian Steirn están sacadas de un artículo escrito por él mismo en el periódico ‘The Guardian’ y de dos entrevistas disponibles online. En todos los casos, la traducción es mía.

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