Una de las cosas que más me interesa es ese territorio nebuloso que se mueve entre la ficción y la no ficción, estar cerca de lo que no es ficción pero siendo consciente de que hay un elemento ficticio y de que yo controlo las cosas.
Alec Soth lleva mucho tiempo moviéndose en esa nebulosa, en ese territorio a veces pantanoso, a veces misterioso, que recuerda mucho al río Mississipi, una zona que el fotógrafo conoce a la perfección.
El río es una presencia constante en su primer gran libro de fotografía, ‘Sleeping by the Mississippi‘, un libro que habla, no del sueño americano, sino de los sueños, en plural, de los estadounidenses, esos que parecen fluir como las aguas de un río y disolverse en un mar de esperanzas e incertidumbres.
El fotolibro es la carta de presentación de un fotógrafo que se ha convertido, por derecho propio, en referente de muchos, y cuyos retratos, por ejemplo, han sido (y son) copiados e imitados hasta la saciedad.
Este videopost es una invitación a descubrir (y redescubrir) a Soth a través de una de sus obras más personales: a respirar sus paisajes, a mirar de frente a sus retratados y a sumergirse y dejarse llevar por la corriente visual de un fotógrafo que bebe de las fuentes de la poesía (adora al gran Walt Whitman, otro icono norteamericano, tan arraigado en la cultura estadounidense como el Mississippi y sus múltiples leyendas) y que se proyecta a sí mismo en aquello que ve.

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Buenos dias Leire, como siempre muy agradecido nos cuentes la visión que te transmite un libro. Ayuda a entender la intención con la que se ha construido, su historia, anecdotas..En definitiva, nos ayuda a entender la mirada i pensamietos del fotografo en cuestión.
No obstante, a diferencia de Los Americanos, que realmente no lo «pillaba» ni de casualidad, este de Alex Soth, captas rapidamente, realmente evoca.
Para mi, es ciertamente deprimente. Realmente te quedan muy pocas ganas de ir a pasear por un rio en epoca invernal, no digo ya por el Missipi.
Y claro, poquissimas ganas de adquirir el citado libro. Y no es que me centre unicamente en «libros alegres», ni mucho menos. Pero evito a los que me dan mal rollo o grima..Como me temo este. Por todo en conjunto, los ambientes, sus gentes, sus luces, su composición..Dios!(referencia religiosa) 😉 , que deprimente!
¿Siempre es asi Alec Soth?
Pero no te cortes y sigue descubriendonos libros!
Hola, Francesc!
Me ha hecho mucha gracia lo que dices de que el libro de Soth te resulta deprimente y que te quita las ganas de comprarlo… Lo entiendo perfectamente. El propio Soth ha admitido más de una vez que él busca la belleza pero que en sus fotos siempre hay un toque de tristeza, o de pérdida. Y lo hay, es verdad. «Niágara», el trabajo que publicó tras «Sleeping by the Mississippi», también es un trabajo que resulta triste, porque muestra la decadencia de un lugar y el propio concepto de amor. Pero tiene sus puntos de ironía y humor. Y también puede percibirse el mismo tono en su último trabajo «I know how furiously your heart is beating».
Creo que ese interés de Soth por lo melancólico y triste puede estar relacionado con aquello que le llama la atención de Estados Unidos («la gente está sola, ya no se relaciona; en lugar de sentarse en la entrada de sus casa se sientan en el jardín trasero») y con su definición de lo que es la fotografía, algo sí como el intento vano de atrapar un instante, de robárselo al tiempo y conservarlo para siempre. Soth es el cronista de aquellos que se sientan en el jardín trasero de su casa, solos y de espaldas al mundo. Y en ese sentido sí, es muy normal la sensación que te provocan sus trabajos.
Un abrazo!
Hola Leire
Muchas gracias por esta visita acompañada a «sleeping by the Missisispi» de Alec Soth. Sin duda evoca soledad y melancolía pero, me parece, una mirada propia y singular… y, si, me anima a verlo en directo y con tranquilidad.
Sigo tu blog con atencón. Un amigo, profesional y profesor, me lo recomendó tras casi veinte años de parentesis fotográfico y una renovada afición, casi, juvenil.
Gracias
Hola, Toni!
Coincido plenamente contigo, no hay nada mejor que tener un libro físicamente en las manos e ir descubriéndolo a tu propio ritmo. Me alegra saber que sigues el blog, cosas que te agradezco un montón, y me emociona que un amigo, que además es profesional y docente en este mundo, te lo recomendara. Intentaré seguir estando a la altura de esas recomendaciones y de vuestras ganas de disfrutar con la fotografía.
Un abrazo!
Hola Leire. De nuevo he de darte las gracias por tu generosidad a la hora de compartir esta pasión que nos une que es la fotografía.
Pues yo al contrario que Francesc, sí que me compraría el libro, de hecho, lo voy a comprar. Conocía muchas de las fotos de libro pero nunca había tenido la oportunidad de verlas así, en su contexto original, una detrás de otra contando su historia, lo que las da para mí una dimensión mucho más atractiva, más potente. Sin que en un primer momento parezca que tiene que ver con Los Americanos, a mi en determinados momentos de tu exposición mientras veía ciertas fotos me lo ha evocado (cómo no recordad en algún momento esa persona vestida de blanco arrodillada a los pies del mismo río Mississipi crucifijo en mano). No es el mismo tipo de viaje, pero también es un viaje, el tono lo he sentido como un poco «parecido», con todas las distancias que como bien indicas, hay entre un europeo «recién llegado» y un norteamericano nativo, no es el mismo formato pero la edición es similar (texto izquierda, foto derecha), en fin, siento un poso ahí ….
Un abrazo
Hola, Moisés!
Me alegro de que vayas a comprarte el libro! Estoy segura de que lo vas a disfrutar mucho, y que, con el tiempo, verás incluso cosas que hoy en día no ves. Es cierto que hay veces que recuerda a ‘Los Americanos’ de Frank (de hecho, Soth suele aludir bastante al fotógrafo suizo y su trabajo) aunque los trabajos de ambos tengan personalidades muy diferentes. Como bien apuntas, la foto del reverendo junto al Mississippi que aparece en el libro de Frank es un nexo de unión entre ambos trabajos.
Gracias por escribirme!